Interiorismo emocional o cómo diseñar espacios que transforman emociones
Núria Moreras para ¡Hola!
La arquitecta María Gil nos descubre el impacto del interiorismo emocional en los hogares y por qué es clave para fomentar nuestra felicidad
Leer artículo original aquí >>>
¿Cómo fue la casa de tus padres?
Los espacios en los que crecimos influyen profundamente en la forma en que nos relacionamos con nuestros entornos actuales. María destaca que nuestros hogares no solo son lugares donde vivimos, sino que están profundamente vinculados a nuestras historias personales. La forma en que nos relacionamos con ellos —ya sea a través del rechazo o la atracción— está influenciada por experiencias pasadas que marcan nuestra vida, especialmente durante la infancia. Esta conexión emocional con el espacio se moldea desde nuestros primeros recuerdos y determina, en muchos casos, nuestras preferencias a la hora de elegir una vivienda.
“Ellard Colin, experto en psicología ambiental, relata en uno de sus libros el caso de un oyente de un programa radiofónico que compartió su experiencia al comprar una casa por la que se sintió inexplicablemente atraído. Esta vivienda, curiosamente, se parecía mucho al hogar donde había vivido durante su infancia. Sin embargo, esa misma infancia estuvo marcada por episodios traumáticos. En su intento por dejar atrás esos recuerdos dolorosos, decidió realizar una reforma profunda en el inmueble, alejándose de las huellas emocionales del pasado. Este fenómeno, aunque parezca paradójico, tiene una explicación científica. A menudo elegimos lo que nos resulta familiar, incluso cuando esa familiaridad no nos trae bienestar. De hecho, nuestras primeras experiencias nos moldean de tal forma que nuestras preferencias en el diseño de espacios están profundamente influenciadas por ellas. Por ejemplo, una persona introvertida podría sentirse incómoda en ambientes con techos altos y planos abiertos, a pesar de que estos son considerados ideales para fomentar la creatividad”, narra María.
El diseño emocional de un hogar requiere del entendimiento profundo de nuestras vivencias, gustos y aficiones, y para ello es necesario contar con un profesional del diseño con quien podamos compartir nuestras emociones y experiencias más íntimas.
En última instancia, un hogar verdaderamente personalizado captura la esencia de quienes somos, de lo que nos hace sentir plenos y felices, brindándonos un espacio donde, por fin, podemos ser nosotros mismos. Lo es el de la propuesta, en el que la interiorista Anouk de Lesparda apuesta por un lujo silencioso.