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UN ÁTICO INUNDADO DE ARTE

Giacomo Roncagliolo.

El estudio internacional de arquitectura y diseño de interiores AdeL, liderado por Anouk de Lesparda, da nueva vida a una vivienda de dos plantas ubicada en las alturas de Salamanca, uno de los barrios más hermosos de Madrid.

Imagen de portada: Parte de la estrategia para promover el uso de las terrazas fue traer hacia ellas la calidez del interior. Así, se logró ganar un comedor y dos salas en las áreas abiertas del ático.

Se cree que, antiguamente, estaba  atravesada por una gran huerta de  guindos y que de ahí proviene su nombre:  La Guindalera. Hoy en día, se trata de  una de las zonas con mayor potencial de  Madrid, gracias a su buena ubicación y  singular belleza, así como al respeto que  guarda por su cultura popular: talleres  artesanales, restaurantes con décadas de  historia y espacios artísticos sobreviven,  evocando el espíritu del pequeño pueblo  que alguna vez fue. Allí, en la calle  Conde de Vilches, Anouk de Lesparda

–arquitecta y diseñadora residente en  Madrid y fundadora del estudio AdeL–  tuvo la oportunidad de remodelar un  ático que no conseguía integrar sus  elementos ni aprovechar al máximo el  área disponible.  Hacer del reto una oportunidad Como inicio del proyecto, se concretaron  soluciones creativas, funcionales y  cómodas, sin renunciar a la belleza; por  ejemplo, la implementación de un mural  artístico con formas geométricas para 

diluir los límites de un armario oculto,  formar un espacio continuo y ampliar  la superficie útil del proyecto. También,  por otro lado, la reorganización completa  de la lavandería: lo que antes era un  espacio muy apretado, con presencia de  columnas, formas angulares y paredes  irregulares, hoy es un estilizado apéndice  de la cocina gracias a la incorporación de  un mueble manufacturado a la medida  de la lavadora y la secadora, casi como  una segunda piel de la habitación y sus  implementos.

La vivienda es espacio de confluencia para la obra de artistas plásticos y diseñadores locales y latinoamericanos, así como piezas del propietario, poseedor de una especial sensibilidad artística.

“Este diseño redibuja íntegramente los interiores de la vivienda original”, afirma Anouk. “Hemos creado espacios más amplios, diáfanos y abiertos en los que tanto la luz como la conexión con el exterior cobran protagonismo”. En ese sentido, otro esfuerzo orientado a este objetivo fue potenciar las terrazas, a fin de ganar dos salas y un comedor exteriores que pudieran ser utilizados siempre, independientemente del clima. Así, para llevar la calidez del interior al exterior, se diseñaron pérgolas con materiales que

conversan con los del resto de la casa, que además permiten abrirse y cerrarse para disfrutar de sombra total o luz y aire.
La colaboración como filosofía de diseño
Para vestir la vivienda en concordancia con la sensibilidad del cliente, Anouk de Lesparda fue asesorada por prestigiosas galerías de arte, consultores y los propios artistas, a quienes visitó en sus talleres para elegir las piezas más adecuadas

Entre las obras seleccionadas se encuentran esculturas de los locales Olga Copado, Felipao y Maite Carranza; una instalación de la colombiana Vanessa Gómez, y fotografías de Damien Dufresne y Elena Iv-skaya, además de algunas obras realizadas por el mismo cliente, que añadió de esta forma su toque íntimo y personal.
Por el lado del diseño y la decoración, también se contó con la mano de artesanos y profesionales de impresionante trayectoria con los que el estudio AdeL

“HEMOS CREADO ESPACIOS MÁS AMPLIOS,
DIÁFANOS Y ABIERTOS EN LOS QUE TANTO
LA LUZ COMO LA CONEXIÓN CON EL
EXTERIOR COBRAN PROTAGONISMO”,
AFIRMA DE LESPARDA.

 trabaja frecuentemente. Hablamos del  diseñador Tom Dixon y la empresa de  iluminación Años Luz; los diseñadores  de muebles y accesorios Lago, Mandalay,  Stua, BSB, Gunni & Trentino, Vista Alegre y Paola Lenti, y la empresa de ebanistería Montanino – una de las mejores del mundo, hoy a cargo de la reforma integral del Centro Pompidou, en París-, que refaccionó la puerta escondida del armario y creó las encimeras de los baños y los separadores del mobiliario de cocina.

“Rodearse de gente brillante y con talento es esencial para lograr el éxito. En mi estudio, defiendo y promuevo el trabajo en equipo y colaborativo, ya que, para poder conseguir piezas únicas y memorables, debemos dar liberted a las mentes creativas profesionales”,

sostiene De Lesparda, quien antes del
nacimiento de su firma boutique en
2020 había colaborado durante más de
dos décadas con estudios de prestigio
internacional como HBA, Kokaistudios y
naked Retreats.
Como en cada proyecto de AdeL,
el ático de La Guindalera contó con la
participación activa del cliente, con quien
la arquitecta creó un estrecho vínculo
para la concepción del proyecto, a fin de
asegurar que su personalidad quedara
plasmada en cada rincón y que todas sus
necesidades estuvieran cubiertas por su
equipamiento y mobiliario. Aquí, en las
cimas de un barrio donde la tradición y el
potencial contemporáneo han confluido,
arte y funcionalidad convergen en
un espacio de gran amplitud, lleno de
atrevimiento e identidad. •